Todos
somos dueños de nuestra propia pelicula, en la que agregamos personajes
importantes, secundarios y extras; a veces y como todo nos equivocamos
en el guión y en los actores, pero lo reescribimos cada mañana, lo
reinventamos y nos arriesgamos por que al final de cuentas asi tiene que
ser la vida; nos empapamos de deciones absurdas, erroneas y acertadas,
aprendemos y llenamos nuestra propia historia de hechos y de palabras, y
todo para que un día demos vuelta a la página, escribiendo, borrando y
reescribiendo aún más, remembrando las historias que contruimos a
diario, por que al final solo falta emplear ese conocimiento de todo lo
aprendido: actor, director, guionista, camarógrafo, utilero, ingeniero,
doctor, barrendero, filósofo o lo que sea, para sentir y creer que
todos podemos tener manos milagrosas en nuestra propia pelicula,
buscando los finales sorprendentes para el día que ya no escribamos más. Kueyatl
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