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jueves, 20 de marzo de 2014

Remembranza de la Segunda Guerra Mundial

Por René Martínez Lara / Kueyatl
La humanidad se mece en el letargo eterno de la indiferencia, la multitud se pierde en la oratoria, el enajenamiento y la cerveza. Las palabras entretienen al hambre, las apuestas están en el aire, el camino de uno será el destino de muchos, el pueblo está ávido de encontrar respuestas, soluciones a su miseria, buscan y encuentran a los merolicos vende sueños de poder y de grandeza: Röhm, Goebbels, Hess, Himmler, Goering, Bormann, Heydrich, Eichman, entre muchos más que están en la lista de los nuevos libertadores de una patria subyugada por una guerra perdida.

Los mártires idealistas convencen al odio por la sangre, se escribe "Mi lucha", siguen las marchas, las huelgas, el descontento, y asi comienza la demencia... así surgen las ganas de que la larva se convierta en mariposa.
Los nacional socialista ganan unas dudosas las elecciones; el salvador surge de entre las sombras, se acaban los tratados, la paz, el armisticio, los modales, la buena educación, la humanidad; se rompen cristales, se hacen juramentos ondeando las banderas de una nueva libertad, las cruces gamadas observan el horizonte incierto desde arriba del Reichstag. Se instaura el ejercito nacional, se oye el golpe fuerte  del soldado que marcha decidido a morir por el hombre, se oye la voz firme y convencida de que existen dioses terrenales, supremos cancilleres intocables, los ejercitos van y vienen por la noche, se atrincheran entre el lodo y la miseria; y se conquista por el cielo, se conquistan las fronteras, se reparten las tierras, la reina arde en los ataques, los paises pierden una batalla sin tregua. 

Goering está orgulloso de sus aves "la Luftwaffe",  el alto mando planea de lejos en los alpes, la guarida del lobo se llena de astutos generales, Rommel avanza con sus Africakorps y sus tanques, la estrategia es lo único que importa para triunfar, Speer aconseja al lider supremo el "como" y "donde" atacar, es su arquitecto personal, el constructor de sueños y grandeza, del gusto sublime y la belleza; y Goebbels es la voz oficial.
Heydrich, y las SS hacen su visita diaria a los hogares, como testigos de un Jehová olvidado van de puerta en puerta tocando, interrogando, cuestionando, violentando, despojando, deportando, matando; familias enteras son sacadas de sus casas, son llevadas a los Guettos, son los marginados sin voz, ni voto, los de cruz bordada en sacos.
Y asi los nombres llegan de todas partes, las historias no se cuentan, nada se queda en la memoria, no hay conciencia.
Se inaguran las primeras olimpiadas del olvido, la otra será años más tarde, en el 68. Jesse Owens gana la carrera, deja atrás la idea suprema del invencible blanco ario; pero aún así con la victoria, nada cambia, la maquinaria sigue en pie y muchos mueren por el Reich.

Movilizaciones por doquier, se cierran las puertas, los trenes avanzan sin tregua, los perros huelen el miedo, lo externan; no hay cuartel, ni  remordimientos para los que están a punto de morir, para los que llevan dentro la zozobra; sangre, desventura, abandono, desolación, gritos, dolor, represión, hambre, deshonor... los jinetes cabalgan decididos, el apocalipsis está en su máximo esplendor, la solución final se aproxima, Himmler hace un último conteo para los que estan a punto de morir, uno, dos, tres mil.... él sabe que siempre habrá vacantes en los campos, esos sucios prisoneros de traje gris a rayas y brazos marcados, son los olvidados, los de mirada perdida, los zombies que caminan por inercia, los muertos en vida. 

¿que soñaran los prisioneros de la locura del supuesto cuerdo?, si la esperanza muere cada noche entre los tablones de una cama sin deseos de buenas noches. Son solo pedazos de vida sin suerte, los que esperan como último consuelo de sus males la muerte, y aún así, apesar de la incertudumbre y el dolor hay quién se dedica  a escribir las recetas de la abuela en medio del caos, aún así existen los poetas del amor, los que cuentan los dias con esperanza y marcan las paredes del lugar con ilusión, jovenes escritoras que narran su historia como Olga Lengyel, como Ana Frank.
Miles, millones pasan a ser peor que liendres o piojos, niños, ancianos, mujeres, judíos, húngaros, gitanos, las razas son las condenadas, se pierden entre las listas de la muerte, con el trabajo forzado, ángeles oscuros danzan una última marcha macabra  para los acusados, mientras Wagner toca un preludio incierto de esperanza. A su llegada hay duchas obligadas sin retorno, el gas Zyklon B se encarga de todos los no aptos para el trabajo, ya inertes los recogen con palas sin honores de soldado, los apilan uno tras otro, se respira la muerte por doquier, son peor que animales los que van a ser incinerados, los hornos están ansiosos de llenar el cielo de cenizas, los verdugos de placer, filas y filas de gente cadavérica, puas, listas, Auschwitz, Treblinka, <a>Bergen-Belsen</a> son sinónimos de muerte; el páramo interior que muchos sufrieron, que muchos vivieron y se perdieron ahí, entre la inconciencia, la deshumanidad y el sufrimiento.
Nadie recuerda a todos, nadie supo los nombres de todos, ni de los que trataron de huir y recibieron un balazo en la nuca, aquellos que fueron solo un número en el camino, parte de los experimientos del tio "bueno" Mengele.
Del otro lado, para los carceleros y verdugos Josef Kramer, Irma Grese, Adolf Eichman, Rudolf Höss, etc... fue solo un grotezco espectaculo, un deber, una orden, "un placer el haberte conocido", "el haberte asesinado", un dolor de cabeza al correr, al huír en la caza furtiva de los hijos de Israel, y fueron el dedo cansado del asesino por tanto apretar el gatillo... mientras las naciones hablan y hablan, solo hablan y reparten tierras, se construyen muros, se  crean fronteras, a nadie le interesa, somos solo peones en este juego de soldaditos, de bombas nucleares, de extermino y de lideres enajenados en donde el único que pierde es el pueblo.

Y seguimos igual, lo único que cambia, es el nombre, el puesto, la profesión, la nacionalidad, pero siempre con la sed de conquistar... Hitler, Stalin, Mussolini, Truman, Bush, narcos, terroristas y los del montón... los pendejos que se piensan superiores.... como "Enrique" nunca existirán dos. René Martínez Lara / Kueyatl "Con mucho respeto y dedicado a todos los olvidados de una Guerra"
Arbeit macht frei / el trabajo libera / Auschwitz

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