¿Entre los cuadros que van y vienen en la inmensa metrópoli?
Óleo, pastel, acuarela, vida del artista que crea, que siente, que sueña con lienzos, exposiciones, carrera.
¿Qué puedo hallar a la vista del ciego?, la maleza.
¿a los oidos sordos de quién escucha a medias, de quién siente a medias?, y por consecuencia nada...
la transición del creador está justificada siempre y cuando exista alimento que nutra su alma, su ser, su existencia.
¿Qué puede valer más allá de las palabras?, ¿más allá de los libros, de lo escrito por los grandes poetas?,
¿Qué puede valer más en mi vida si no eres tú?, hoja fiel que me acompaña en mi andar, lienzo de mis cuentos,
bosquejo de momentos, de mi vida dulce y pesarosa que se alza levando la voz, esa misma que se pierde con los ecos de los carros, las sirenas, entre la fina y tupida lluvia que hace correr a todos sin mirar atrás, la que empaña el largo peregrinar de los que pocos que se han de recordar.
Eres tú mi hoja fiel y consecuente compañera de recuerdos, la que dedica su tinta a mis anecdotas, a mi experiencia.
¿Cómo puedo encontrar éxito dentro de la sangre, en la herencia de mi sangre y la madera, dentro de los trazos pacientes, que vuelan, queman y regresan, que se esparcen y que crean cada segundo la belleza?.
Percibir el suave aroma de la tierra, plasmar los espasmos incontrolables del amor, darle vida, añoranza, camino, dolor.
Qué puede valer de cierto en esto que fue y que es parte mi vida, la elocuencia, el loco que camina a cuestas su locura, la permea, que siente y sueña acuestas a pesar de la poca insistencia en el camino, el mago sin chistera. Solo lo que ves es lo que escuchas, solo lo que escuchas, es lo que ves. Kueyatl
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