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miércoles, 21 de noviembre de 2012

SARCASMO... ¡Bon Appétit! (La amante)



¡Bon Appétit!

Bella amante del sufrimiento, angelito que contrapone su razón, entre toques de queda, nadie se mueve, nadie te espera, tu esencia se pierde; y solo un fantasma colma tu esencia:

Son casi las 11 de la noche, el tiempo pasa y tu sombra se mueve inquieta, desesperada por la habitación, de pronto un aviso, una llamada, “es tu muerto que vuelve nuevamente de la tumba”, “de la tierra empapada de ansiedades”; y así entre viejos cuentos, sale el oculto fantasma de su escondite; tú como leona hambrienta te sacias, devoras obsesionada a tu presa, ¡tienes hambre, quieres comer!, ¡colmar tu sed!; te impregnas de perdidos momentos, de cultos extraños, de besos inciertos; ¡te llenas de ÉL!; y después de una larga y hermosa noche llena de sueños, despiertas de tu perdida irrealidad: Tendrás que volver a esperar triste y paciente por días, o por meses, de nuevo ese momento, tú momento;  esa noche de motel de quinta, de habitación de cuarta a media luz, en donde el fantasma llenará nuevamente con su presencia tu estúpido amor.

Después de pasado un tiempo, después de añorar y extrañar: “Gracias a Dios, supongo dirás”, suspiras aliviada con una leve sonrisa en tu rostro, llega nuevamente el anhelado encuentro, tan tuyo, al igual que la incomprensible adoración que sientes por lo perdido; “Prohibidas son esas noches sin fin que siguen su camino, el cause que le marca el paso a tu destino; sin que tengas puerto de arribo”. Pasan las horas, ¡eres feliz, completamente feliz! ¡Que más da! ¡Que importa caray!, si es tu momento, donde la presa y tu nuevamente son uno, no hay por que afligirse… hoy el gran Marcel Marceau vuelve a ser mimo, vuelve atrapar suspiros invisibles en el aire, vuelve a crear castillos en la nada, solo cierra los ojos y déjate llevar, duerme siempre dulcemente en su pecho en nombre del devaluado amor.

La noche es aun tristemente joven al recuerdo, a mi recuerdo; no tengo miedo de perderte o de crearte, pierdo simplemente la inútil esperanza de añorarte susurrando un te quiero; no me importa, créeme no me importas si así lo quieres, existimos y sentimos, creemos y perdemos entre líneas al olvido, en palabras sin sentido.

Te han llamado “guapa” en tus recuerdos, en murmullos te han llenado otras gentes con sus besos; bello y oscuro es el suspiro que hoy te llevas por el cuento; ¡que rico es esto caray!, que rico es amar sin ataduras, sin preguntas tontas ¿eres mío? o ¿eres mía?, que bello es estar, dar, y creer que el está solo para ti, que algún día necesitará muchas tardes tu presencia, y mucho más tu cama, ¡marido y mujer! ufff que hermoso.

¿Que mas importa en la vida si no el amor?, no basta un siglo de espera, “no importan cien años; aun que sean de puritita soledad”; no basta 3 o 4 años más con tan solo saber que tu fantasma está; los momentos son simplemente lo único que puede importar, saciarse, besarse, acariciarse, perderse, es tuyo por unos momentos, unas horas, una noche, pero es tuyo, ¡solo tuyo!; lo abrazas, te llenas, devoras, hacen el amor por amor, por tu solitario y perdido amor, una y otra vez, te penetra, te siente, lo sientes, está noche es tuyo, solo tuyo. Como dice CAFÉ QUIJANO: ¡que grande es esto del amor poderse querer mas de dos!

Ya ha pasado algún tiempo, unos años… Según tú, entre lágrimas tristemente lo sigues amando y no hay nada más que el loco fervor a su lado; y así…. con la tonta resignación que nos da el amor de nuevo está aquí, es tuyo y se hace tarde; otra vez hay fiesta privada para dos; tu banquete espera, tu cena espera, no pierdas tiempo, ni un segundo ¡no se vaya a enfriar por Dios!; hoy es nuevamente tu momento, es de ti; sacia tu sed con sus besos. No importa nada ¡lo amas que mas da!, se hace tarde ¡APÚRATE!, que comienza amanecer, APÚRATE que la carroza se hará nuevamente calabaza hasta el próximo baile de caretas con sentido incierto hacia el mentado amor, ¡hasta el próximo festín!; ¡APÚRATE bella amante del sufrimiento!, entrega tu cuerpo, alma y corazón que en esta vida solo eso importa, quiere y ama estúpidamente como SOLO tú lo sabes hacerlo ¡por Dios!, sin importarte nada, ni nadie, sin nada más allá que el sentimiento que tienes, que solo tu sientes, apúrate corazón que tu fantasmita espera, que tu muertito reza para que lo vuelvas a revivir; sarcasmo y…¡Bon Appétit! René M. Kueyatl

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